Friday, December 22, 2006


Lloras... pon tu mano, compañero
sobre un alma olvidada
de lo tactos, de las nubes de esperanza,
de risas que, abandonadas,
resuenan en eco profundo...
cruel abismo de sangres y miedos,
cruel sanguinario que cubre de negro.
ESE miedo.

Melodías que hablan, cadenciosas, tristes,
del réquiem por el humano muerto;
ese que no recuerda ser, perdido y lelo,
y busca, buscando el perdido anhelo
de que un día fue o será, del encuentro,
de un querer sin sal, nada dentro.
Llora y empapa, encoje, canta,
oirás el terco miedo, ahora pequeño...